top of page

Una obra que refleja la influencia de la cultura mexicana y de los pintores Diego Rivera y Frida Kalho, donde lo más interesante, según Barragán, era el desafío del enorme árbol Jacarandá que se debía mantener, y la piscina solicitada por el dueño como parte del programa.

 

 “Chucho Reyes tenía un excelente ojo para el color. Dedicó su vida a las cosas bellas. No entendía de planos, pero me ayudó con el color. El color de los mercados mexicanos… el color de los dulces mexicanos… de las golosinas… la belleza de un gallo. Colocamos los colores para la casa Gilardi pintando grandes cartulinas en mi casa, recargándolas una tras otra en las paredes, moviéndolas de lugar, jugando con ellas hasta que decidimos los colores exactos. Les diré un secreto: la piscina tiene un muro o columna rosa que no sostiene nada. Es una pieza de color situada en el agua, por placer, para traer luz al espacio y mejorar su proporción original”

A los 80 años de edad, y después de casi 10 años de inactividad, realizó su última obra, emplazada en un terreno de 10×36 metros, entre muros medianeros en Ciudad de México.

Casa Gilardi 

1976

@2014 by Miguel Camacho | UAA | Proudly created with Wix.com

  • Facebook B&W
  • Google+ B&W
bottom of page